El oro resultó una de las inversiones más rentables del último año. Si analizamos el comportamiento y el avance en los precios del metal precioso en los últimos meses, veremos que su cotización creció a paso lento pero seguro.
En este período de tiempo, obviamente, el ascenso no fue lineal. Hubo varios episodios de alza descontrolada y luego algunos derrumbes. Como ya comentáramos en varias oportunidades el comportamiento del oro y su demanda están apoyados por las bajísimas tasas de interés que se encuentran en vigor en el mundo desde el inicio de la pandemia, la debilidad del dólar por el parón del sector productivo y el temor de que las políticas de expansión que adoptaron los países desarrollados deriven en una escalada de la inflación a futuro.
Pero no solo los ahorristas privados se han volcado al oro como activo refugio, países como Rusia e India mediante sus bancos centrales han demandado grandes cantidades del metal para aumentar sus reservas.
Esto genera un mercado en expansión, de esta forma, no sólo quienes invierten en el metal precioso sacan provecho de la escalada de su precio, sino quienes han invertido en acciones de las compañías mineras o bien en fondos cotizados que repliquen el precio del metal, o inviertan en carteras compuestas por acciones de las mineras, han obtenido altísimas ganancias.
Las firmas mineras de renombre internacional como Barrick gold, han anunciado la expansión de sus explotaciones, o la firma TG-Gold-Super-Markt, que ha anunciado la comercialización de pequeños lingotes de oro mediante máquinas expendedoras ubicadas en lugares públicos de Alemania.
Que pasara en 2021.
El banco de inversión Barclay´s estima que durante este año la demanda del oro equivaldrá a un tercio del total de las inversiones mundiales, cuando hace cinco años representaba sólo 10%.
Las previsiones respecto del precio del oro nos indican que en 2021 este continuaría acumulando ganancias
Más allá de los altibajos cortoplacistas en el precio del metal precioso que pueden significar las variaciones en la cotización del dólar, se espera que este continúe su tendencia alcista durante el año en curso.
Esta afirmación está sustentada en el hecho de que el dólar y su anterior debilidad no constituyeron el único motor que impulsó al alza el precio del oro.
El temor a la inflación también impulsó el precio del metal a niveles récord durante 2020. En este panorama de tasas de interés mundiales por los suelos, el temor por el desboque de la inflación cada vez que los países abandonen las medidas extraordinarias implementadas para paliar la crisis pone mecha al precio del oro.
Si bien, la tendencia es alcista los sondeos indican que el precio promedio del metal para este año se encuentre en torno de los 1.650,50 dólares la onza. Sin duda, esta cotización no alcanza a los niveles máximos marcados por el oro el pasado diciembre cuando alcanzó los 1.900,10 dólares la onza.
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