El lunes pasado el oro cayó en Europa, no por la sensación de absoluta seguridad en los mercados, que justificarían de algún modo su retroceso, sino, porque los osados inversionistas, con algún conocimiento en la especulación, se volcaron a la irresistible adrenalina del apetito por el riesgo, volviendo atractivos los activos más riesgosos como acciones y divisas, reduciendo, de este modo el interés en el lingote como un refugio.

El oro al contado operaba a 1782 dólares la onza, frente a los 1822 dólares la onza del cierre correspondiente al viernes en Londres. Dicha caída, por ahora bastante estable, no fue mayor, en principio, por la limitación natural de un dólar bastante más débil, que limitaron las pérdidas en el metal precioso, dijeron analistas.
Por su parte Eugen Weinberg de Commerzbank dijo que los inversores se están cambiando cada vez más hacia activos más riesgosos, como acciones. “El oro es un refugio, y no necesitas estar refugiado de momento” además agregó que “La demanda de inversión, que por lejos ha sido el factor de guía más importante tras de las cotizaciones del oro, está desapareciendo, por lo que los precios podrían sufrir una corrección”.
Pero no hay, en principios razones para alarmarse, pues no podemos ignorar que los temores sobre la perspectiva inflacionaria y los prospectos de un dólar más débil continuarán dando soporte al mercado de oro, ello explicado a su vez, por el antes mencionado analista.
Del panorama internacional, podemos observar que las acciones caían en Europa, aunque en Asia subieron a su nivel más alto en siete meses debido a que los operadores se enfocaron en el positivo mensaje del dato de nóminas de empleo en Estados Unidos publicado el viernes, que mostró que la economía cedió menos puestos de trabajo de lo esperado, a su vez China sumó más noticias alentadoras el lunes, debido a que el gobernador del Banco Central, Su Ning, dijo en conferencia de prensa que el estímulo del Gobierno ha funcionado mejor de lo esperado. Por lo que, a nivel global, las expectativas, parecerían tomar aires, más alentadores que a comienzo del año.
Por ello, parecería que el escenario económico mundial, comienza de algún modo a estabilizarse, conllevando que, ante la sensación de tranquilidad, los activos refugio caerán, al menos un poco, más no desesperéis, pues, lo cierto es que mientras la sombra inflacionaria se mantenga, y el dólar no se sobreponga, el metal dorado aparecerá, todavía como un resguardo para aquellos, a los que la adrenalina no entusiasma…
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