Algunas de las principales minas de oro en México, junto con sus cifras de producción de oro en 2020, son las siguientes:

  1. Mina Peñasquito – Producida por la empresa minera Goldcorp, produjo alrededor de 272,400 onzas de oro en 2020.
  2. Mina Los Filos – Operada por Equinox Gold, produjo aproximadamente 132,700 onzas de oro en 2020.
  3. Mina Pinos Altos-Crestón Mascota – Operada por Agnico Eagle, produjo alrededor de 131,500 onzas de oro en 2020.
  4. Mina La Herradura – Operada por Fresnillo plc, produjo aproximadamente 122,800 onzas de oro en 2020.
  5. Mina El Limón-Guajes – Operada por Torex Gold, produjo alrededor de 121,400 onzas de oro en 2020.
  6. Mina Mulatos – Producida por Alamos Gold, produjo aproximadamente 118,900 onzas de oro en 2020.
  7. Mina San Francisco del Oro – Operada por Alio Gold, produjo alrededor de 43,900 onzas de oro en 2020.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó en 2018 que hay 3.123 establecimientos dedicados a la minería en México, incluyendo la extracción de petróleo y gas, minerales metálicos y no metálicos en minas, canteras y bancos de materiales. Algunas de las principales minas por estado son: en Sonora, Buenavista del Cobre, La Caridad, Piedras Verdes y La Herradura; en Zacatecas, San Julián, Concepción del Oro, Saín Alto y Villa de Cos; en San Luis Potosí, la Región San Luis Potosí, la Región Sierra de Catorce y la Región Charcas.

En México, la búsqueda de oro es un oficio que ha existido desde la época colonial. Los gambusinos, como se les conoce a los buscadores de minerales, continúan explorando el territorio en busca de la pepita que los haga ricos. En el estado de Sonora, se está viviendo una segunda fiebre del oro, debido a la presencia del metal precioso en su territorio.

Manuel Rangel Vigueras, un buscador de oro con 25 años de experiencia en la actividad, relata que, en la época colonial, los españoles encontraban hasta 50 kilos de oro al día, que estaban a simple vista sobre la tierra. En la actualidad, se han encontrado pepitas de mucho valor, como una de 12 kilos en el desierto de Altar, así como otras de 72 y 15 libras.

Los gambusinos trabajan arduamente para encontrar oro aluvial, que es arrastrado por los ríos desde las montañas y depositado en el desierto de Sonora. Cuando encuentran algo, lo venden a un precio que puede llegar a los 30 dólares por gramo.

Sin embargo, para Manuel Rangel Vigueras, el dinero no es lo que lo mueve a seguir buscando oro. Lo que lo motiva son las historias sobre grandes tesoros perdidos en la tierra, que fueron acumulados por tribus indígenas o dejados por los españoles cerca de las minas.

A pesar de las dificultades y los riesgos que implica la actividad de buscar oro, los gambusinos continúan poniendo todo su empeño en la búsqueda de la pepita que les cambie la vida. En el desierto de Sonora, la fiebre del oro sigue vigente y los buscadores no se detienen en su incansable búsqueda.

Por Alexandre Laurent

Alexandre Laurent es especialista del sector de la joyería y oro de inversión. Alexandre se graduó de la Escuela de Negocios de Normandía y de la Universidad de Perpiñán con una licenciatura en economía en 1995.

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