Resumen: El oro ha experimentado un notable repunte, alcanzando nuevos máximos históricos mientras otros productos básicos flaquean. Los bancos centrales están acumulando oro a un ritmo récord, señalando un cambio significativo en la dinámica del mercado global. ¿Podría el oro alcanzar los 3.000 dólares por onza? Los analistas de Citi sugieren que es posible, citando tres desencadenantes clave: compras agresivas de bancos centrales, estanflación y una recesión global. Estos escenarios, aunque no son seguros, resaltan el atractivo duradero del oro como un activo refugio en medio de la incertidumbre económica.
- Compras de Bancos Centrales: Los bancos centrales de todo el mundo están aumentando sus reservas de oro, considerándolo como un refugio frente a las monedas fiduciarias y los riesgos geopolíticos. La tendencia de desdolarización, especialmente entre los mercados emergentes, podría acelerarse, lo que llevaría a una crisis de confianza en el dólar estadounidense y elevaría los precios del oro.
- Estanflación: Aunque se considera un escenario de baja probabilidad, la estanflación, una combinación de alta inflación y lento crecimiento económico, podría impulsar los precios del oro. Los datos históricos muestran la resistencia del oro durante períodos de estanflación, ofreciendo una herramienta de diversificación valiosa para los inversores.
- Recesión Global: Una profunda recesión global llevaría a los bancos centrales, incluida la Reserva Federal, a recortar agresivamente las tasas de interés. El oro típicamente prospera en entornos de tasas de interés más bajas, lo que lo convierte en un activo atractivo durante las recesiones económicas.
La noción de que el oro alcance los 3.000 dólares por onza puede parecer descabellada para algunos, representando un aumento impresionante del 50% desde sus niveles actuales. Sin embargo, análisis recientes del gigante bancario global Citibank sugieren que es posible, basándose en escenarios económicos que podrían impulsar al metal precioso a tales alturas para 2025. Citibank predice un escenario optimista, sugiriendo la posibilidad de que los precios del oro se disparen a 3.000 dólares por onza en los próximos 12 a 18 meses. Aunque este pronóstico alcista es notable, el caso base de Citibank es más moderado, con un promedio esperado de 2.150 dólares para el oro en la segunda mitad de 2024.
Los analistas de Citibank han identificado tres factores clave que podrían impulsar al oro hacia la marca de los 3.000 dólares: compras agresivas de bancos centrales, estanflación y una recesión global. Estos desencadenantes podrían generar un aumento en la demanda de oro como activo refugio, llevando a un aumento significativo en su precio.