Como mucho sabrán, naufragó un buque de bandera chilena en las aguas del Atlántico sur, justo en las costas de Santa Cruz, Argentina.
Y para aquellos que recién se enteran y se preguntarán porque nos interesa. La respuesta es simple, y de seguro comenzará a interesarles a ustedes también, este navío cargaba, nada más y nada menos que 9.506 kilos de oro y plata sin refinar, es decir un cargamento valuado en “tan solo” 15 millones de euros.
Por suerte, el Polar Mist, (tal es el nombre del buque), estaba asegurado, y quien responde por dicho seguro -el Lloyds de Reino Unido- ordenó que a principios de la semana entrante se inicie el correspondiente rescate del fondo del mar. Lo interesante es que, aunque en un principio se había descartado la posibilidad de reflote, ahora parece que dicha alternativa comienza a tomar otro color, ello según los dichos de los propios responsables de la misión, que sostuvieron que… “Quizá sea más fácil reflotar la embarcación que retirar las 8 cajas de metal de las bodegas”.
Claro, imaginen lo que sería el traslado de dichas cajas, con el peso que ellas significan, ni hablar de las maquinarias y el tiempo que dedicaría tal labor. De cualquier modo, agregaron que… “Recién cuando los buzos lleguen al barco se decidirá qué hacer”. Recordemos que el Skandi Patagonia, el encargado del rescate, es un barco único en Argentina, que cuenta con 92 metros de largo y 20 de ancho y cuenta con un helipuerto. La característica más peculiar del Skandi Patagonia es que cuenta con un sistema de posicionamiento dinámico que le permite, gracias a la potencia de los motores y sus 6 hélices, permanecer siempre en el mismo lugar. “Aunque haya vientos y mareas impresionantes, el barco no se mueve”.
Mas allá del resultado de las tareas de este espectacular barco, la investigación correspondiente determinará que pasará con los siete tripulantes que debieron ser rescatados por un helicóptero bajo un temporal de película, y la pregunta es si cuando por fin se sumerjan con toda la tecnología contra la fuerza de la naturaleza, encontrarán lo buscado. Tengan en cuenta que transcurrieron casi dos meses desde su hundimiento y ¿el oro sigue allí?
Es toda una tentación para los piratas de nuestro siglo, claro no son los que vemos correr en la bolsa, pero si los hay muy especializados. Por ello la aseguradora se vio obligada para asegurar el seguimiento del oro y la plata a colocar junto al mineral un dispositivo que emite una señal que puede ser localizada con un aparato especial. Considero que si creyeran que no hay riesgo en encontrar compañía a 75 mtrs de profundidad no se hubieran tomado el trabajo de incluir en la tarea un localizador de última tecnología
Por lo pronto la expedición de rescate se dividirá en tres fases. En la primera se ubicará al Polar Mist y con un sistema de escaneo se evaluarán los daños que sufrió (se quiere determinar si el casco tiene fisuras). En la segunda fase se revisará al barco en el fondo del mar con un minisubmarino llamado ROV (siglas en inglés de vehículo operado remotamente) que transmitirá imágenes de altísima calidad. Por último se buscará “enganchar e izar la embarcación y los 8 cajones con el metal transportado”. Si no hay contratiempos, toda la tarea llevaría pocos días.
Lo cierto es que Lloyds buscará a toda costa no pagar las sumas que por póliza se obligó, y por otro lado no perderá la inversión de la expedición, y para que el negocio sea aún más redondo, tengan en cuenta que de los 9.506 kilos de oro y plata hundidos, 7.024 pertenecen a la minera Cerro Vanguardia, su asegurada, y el resto son de la minera Tritón. Si consideramos que los costos del rescate son soportados exclusivamente por Lloyd, asegurando la carga de Cerro Vanguardia, entonces que pasará con la parte de Tritón. Algunos creen que se la revenderá por lo que vale, y otros que le cobrará un porcentaje del rescate, lo cierto es que no la va a abandonar bajo el mar, en fin, de uno o de otro modo, Lloyd terminará feliz si la expedición es todo un éxito, pues a simple vista, termino haciendo un magnífico negocio…Lloyd, más que agradecido con la madre naturaleza, ¿¿no les parece??