Cada vez más inversores optan por las monedas de oro como una forma de diversificar y proteger sus ahorros. Durante las crisis, cuando el valor de la mayoría de los activos disminuye, las monedas de oro tienden a aumentar su valor. Sin embargo, no todas las monedas de oro de inversión son iguales en términos de beneficios fiscales y potencial de rendimiento. A continuación, explicaremos cómo elegir las monedas de oro adecuadas y brindaremos algunos consejos.
Las monedas de oro de inversión ofrecen ventajas significativas al momento de la compra en comparación con las joyas. Estas monedas tienen un reconocimiento legal y cuentan con legislación específica en Europa. Para ser calificadas como oro de inversión, deben ser barras, lingotes o plaquetas con una pureza igual o superior a 995 milésimas.
Las monedas de oro de inversión también deben cumplir con ciertas características:
- Pureza igual o superior a 900 milésimas.
- Acuñadas después de 1800.
- Haber tenido o tener curso legal en su país de origen.
- Se venden en el mercado a un precio que no excede el 80% del valor del oro que contienen.
Estos productos de oro de inversión están exentos del impuesto al valor agregado (IVA), lo cual los distingue de las joyas.
Al comprar monedas de oro, es recomendable optar por las clásicas monedas de inversión, como el Napoleón francés de 10 y 20 francos, el Vreneli suizo, el Soberano británico, los 50 pesos mexicanos, la Liberty estadounidense, así como las monedas lingotes, también conocidas como monedas bullion. Las monedas de una onza son reconocidas universalmente y son fáciles de intercambiar en los mercados internacionales. Además, se pueden dividir en fracciones (¼ de onza, ½ onza, etc.) y se pueden adquirir a precios asequibles.
Entre las monedas de oro de inversión, es recomendable elegir aquellas que tienen un alto potencial de apreciación. Esto significa que tienen una prima alta, es decir, una diferencia significativa entre la prima promedio y la prima máxima observada. Por ejemplo, el Napoleón francés de 10 francos experimentó una prima excepcional del 80 al 100% durante la crisis de las hipotecas subprime en 2008.
La liquidez de las monedas de oro: Una historia y las mejores monedas de oro en el mundo.
Antes de 1967, las monedas de oro que circulaban en el mundo eran principalmente «antiguas». Entre ellas se encontraban los Napoleones franceses, los Soberanos ingleses, los Centenarios, los Vrenelis suizos y otras monedas de la Unión Latina. La producción de monedas de oro por parte de los países occidentales se había detenido en gran medida después de 1933.
Sin embargo, el año 1967 marcó un punto de inflexión en el mercado de las monedas de oro con la creación del Krugerrand. El primer Krugerrand fue acuñado el 3 de julio de 1967, en una época en la que Sudáfrica representaba el 75% de la producción de oro de los países occidentales. El objetivo de esta moneda era hacer que la inversión en oro fuera accesible para los pequeños ahorradores.
El Krugerrand tuvo rápidamente un éxito arrollador gracias a su estandarización, especialmente su peso en oro equivalente a una onza de Troy. Su éxito se vio reforzado por el abandono del patrón oro con los acuerdos de Bretton Woods en 1971.
La cantidad de Krugerrands producidos cada año aumentó considerablemente, pasando de 40,000 monedas en 1967 a más de 6 millones en 1978. A pesar de las sanciones impuestas por muchos países debido al apartheid, se estima que entre 1974 y 1985 se importaron 22 millones de Krugerrands a Estados Unidos, que históricamente era el mercado más grande del mundo para las monedas de oro.
En 1980, el Krugerrand representaba aproximadamente el 90% del mercado mundial de monedas de oro, convirtiéndose en la moneda de oro de inversión más líquida del mundo. En 1980, se introdujeron tres nuevas monedas de menor tamaño (media onza, cuarto de onza y décimo de onza) y se producen cada año.
La competencia de otros países productores de oro.
El comienzo de la década de 1980 marcó el punto máximo del Krugerrand, seguido de un declive bastante abrupto por varias razones:
En primer lugar, las sanciones económicas internacionales impuestas a Sudáfrica debido a su política de apartheid hicieron que los Krugerrands fueran ilegales en muchos países occidentales. Esto provocó un colapso en la demanda.
Además, surgió la competencia de otros países productores de oro, como el Maple Leaf de Canadá en 1979, el Panda de China en 1982, el American Gold Eagle en 1986, así como el Britannia inglés y el Nugget australiano en 1987.
Además, el Krugerrand, compuesto por una aleación de oro y cobre, se volvió menos atractivo para los inversionistas que se inclinaron hacia las monedas de oro puro (24 quilates).
El creciente interés en las monedas de oro puro.
Desde la década de 1990 hasta la actualidad, se ha observado una fuerte tendencia en el mercado mundial de monedas de oro: la creciente demanda de monedas lingotes de oro puro, con una pureza superior al 99,99%.
En 2020, estas monedas lingotes representan más del 60% del mercado mundial de monedas de oro de inversión, y esta proporción sigue aumentando. Para satisfacer esta creciente demanda, la Casa de la Moneda de Estados Unidos lanzó en 2006 la moneda de oro «Buffalo». Esta moneda de una onza de oro puro tiene como objetivo capturar esta liquidez y satisfacer las nuevas expectativas del mercado.
Las 6 mejores monedas de oro en el mundo:
- Maple Leaf canadiense
- American Buffalo
- Filarmónica austriaca
- Panda chino
- Nugget australiano
- Britannia inglés
Como inversor, es esencial tener en cuenta la evolución del mercado de las monedas de oro de inversión para tomar decisiones apropiadas. Hoy en día, las monedas lingotes de oro puro (24 quilates) son preferidas por los inversores informados, ya que ofrecen la máxima liquidez y pureza.